febrero 02, 2009

Suicidio interrumpido con un final aun victorioso (para el suicida)

El asunto era tomar el valor.
El temor era no creerme capaz.
Tarde o temprano tendría que tomar la grave decisión, pero lo que me faltaba era el valor.
No creía que podía, tenía que poder, tenia que ser capaz, ser fuerte, ser poderoso….
El único problema era dar el gran paso, el paso de la seguridad del éxito del cometido. Yo podía. Yo podía; mi mente repetía que lo lograría, que tomaría el toro por los cuernos, que yo sería el dueño de ese futuro… pero algo me detuvo y aun así el destino me dio un pequeño empujoncito… sonó el pito para cerrar las puertas y la masa angustiada por adherirse al metro tren se agolpó empujándose precipitadamente.
Sin medir espacio ni reacción me vi lanzado entremedio de dos vagones donde mi cuerpo se descuartizaba entre los gritos de la gente.
No los creo asesinos, pero hubiera preferido hacerlo solo.

2 comentarios:

  1. Lia!!!
    me encanta como escribes siempre e admirado eso de ti u.u
    te quiero mucho amiga
    y te extraño!!!

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  2. ...

    Una vez un amigo me dijo que quiere de verdad qutarse la vida, lo hace de una vez y no falla. A veces las energías son tan fuertes que en esta historia el sujeto debe haberla mostrado como una nube rodéandolo, hasta que su deseo su cumplió sin ser su responsabilidad.

    (Está buenísimo!)

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